» (…) Rocío Ignacio interpretó a su personaje sin mostrar ninguna fisura en su planteamiento, perfilando su miseria desde la cautivadora intervención en el aria “Vivía sola”. Posteriormente alcanzaría mayores cotas con una inolvidable interpretación de “Noche hermosa”, en la que mostró, por cierto, unos agudos sobrecogedores, y que se benefició de una escenografía nocturna igualmente inolvidable. (…)»